lunes, agosto 19, 2013

EL PAPA FRANCISCO,  FRUTO DEL CONCILIO VATICANO II

Celebramos cincuenta años de la Clausura de Concilio Vaticano II. Con su convocatoria Juan XXIII, el anciano Papa de la transicion sorprendió  al mundo y a la propia Iglesia. Este fue un Concilio que no buscó  condenar errores de la humanidad ni las desviaciones de las dosctrinas cristianas, sino  para "remediar a los necesitados mostrandoles los valores de sus doctrina sagrada, más que condenandolos". Este primer punto, nos puede ir dando pistas, del por qué la insistencia de nuestro Francisco de ir a las "periferias".
 
El beato Juan XXIII, dio cada pincelada con inmensa maestria, no dando lugar a la ingenuidad. Percibia él que el mundo debia ir a la persona, que es más importante que los exitos instrumentales que proyectaban un supuesto "progreso" emanado del  mundo de la tecnica y la comodidad de la vida. Con esta segunda idea, nos percatamos cómo el hablar y el accionar del Papa Jesuita, nos invita a desconfiar de lo material que desvaloriza al hombre en su integridad, mientras que excluye a quien no posee "los bienes materiales". He aqui, su cercania, su abrazo al enfermo, su beso a los niños y su visita a la favela: son personas que merecen el reconocimiento de todos.
 
Juan XXIII quiso un Concilio  que lleve a la Iglesia a reflexionar sobre los cambios necesarios para que ella pueda servir mejor a la humanidad con la luz del Evangelio y la esperanza de Cristo y asi contribuir a ordenar adecuadamente los medios materiales a los fines humanos. Servir sin amenazar  y sin condenar. Una tercera caracteristica que encontramos en este Papa, no condena ni juzga, sólo muestra el rostro misericordioso del Padre quien abraza al hijo pobre y alejado.. Lo hemos leido de lo que respondió a los periodistas cuando regresaba de Brasil.
 
Yo, he visto con preocupacion, como todo el mundo está sorprendido por las actitudes connaturales de S.S Francisco. Digo con "preocupacion", porque todo el mundo ha convertido "lo ordinario en extraordinario".
 
Lo ordinario es que los discipulos del Señor, nos mostremos cercanos con todos; la persona sea lo esencial en nuestra labor y la misericordia con los pobres y excluidos seria nuestro pan de cada dia. Si el mundo está "alarmado" por  la postura del actual Papa, quiere decir entonces que nosotros no estamos haciendo el trabajo? Por qué algo que deberia ser connatural en la Iglesia, como el "oler a oveja" se convierte en la gran noticia? ¿ Por qué sorprende realizar lo que es esencial en la vida de todo bautizado? "siervos inutiles"?
 
El Espiritu Santo, ha dado a la Iglesia el Regalo de Franscisco, para celebrar el 50 aniversario del Concilio Vaticano II de cuyo seno ha sido engendrado y ha crecido, espiritual y pastoralmente.
                                                                                                                 Pbro Jaime Vivas

0 comentarios: